Sin saber como, he visto sucumbir el ardiente rumor de las palabras.
Llegan hasta el ventanuco de la casa aislada en una ladera clandestina
oleadas de sentimientos caídos en capas de duendes sin magia
Escondidos en lúgubres sótanos amanecen las sombras
de aquellos que fueron en otros tiempos tesoros brillantes
como estrellas de canela y jengibre.
Las risas de niños, cantarinas, sedientas de frescura
anidan como palomas en miles de tiernos regazos
Y yo me pregunto ¿donde se esfumo la sonrisa inocente?
¿donde cayó la ternura de amor sencillo,cálido
en qué regazo anidó? si estando atento no lo vi
¡VUELVE A ANIDAR EN MI REGAZO!
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