EN LA AUSENCIA
Trepando entre gasas
se agrietan las manos
dolencias se atan
camisas rotas anudadas
Tejiiendo bufandas
se calma el frío
duelen los dedos
con intensos quejidos
Y en el balcón
anida el ruiseñor
canta canciones
de risa y candor
mientras duele el silencio
de todos los cielos
donde anidan las nubes
Encuentra el silencio,
el aire que abriga
se tapa el ombligo,
respira el timón
mientras canta de nuevo,
aquel ruiseñor
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