lunes, 23 de enero de 2017
POR SI LLEGA EL DÍA
Acabo de perder el miedo a perecer
en el abismo del silencio,
tragando mis adentros.
Acabo de sentir las olas al gemir,
en la cueva mágica
al pensarte, al poder imaginarte.
Y con el frío que lacera,
encuentran hilos las encajeras,
para tejer un lindo boceto
de tu chambra y de la mía.
Desnudas de nuestros cuerpos
que se miran en silencio,
se aproximan sin los velos,
y en la distancia se desvelan.
Acabo de soñar que todo era cierto,
que sentía, que veía, que olía todo aquello.
Y en el fondo del alma herida,
esperanzas quedan prendidas,
suspendidas, por si llega el día.
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