Trepidante subyuga
La soga que ahoga
Inocente amanece una aurora
Que evoca primaveras rotas
El latir de un alma cándida
Espera ver el crujir de las olas
Y... en el crepúsculo de una madrugada
El frío abriga la piel desnuda
Mientras el corazón deja de latir
Un soplo escapa al tiempo
La espuma de las olas deshace su encaje
El alma cambia de sol, de luna
Se funde al compás de un vals y baila sola
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