Saludo al sol como si me faltara el aire
Saludo al silencio como si su sonido doliera
Saludo al dolor como si fuera un antídoto a mi pena
Saludo a la luna esperando que venga a recogerme
En su inmensidad, en su lejanía espero que venga
¡Ven ya amiga mía!, que el dolor doblega y el silencio subyuga
Y la carne huele a podrida si no conserva la lozanía.
Ven princesa a mi reino de sapos donde todos son ciegos
Donde nadie huele mas allá de sus narices
Donde se cometen crímenes atroces y permanecen impunes
Solo puedo desear que me lleves y nunca me traigas de vuelta.
Ven y llevame a tu reino, princesa , que soy el sapo de mi existencia.
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